PAZ
La paz es un tema que, como la Vida o la Muerte, también esta de moda.
Rcuerdo que hace años leí en un bello libro, aunque muy difícil de leer por su traducción bastante literal del chino, un proverbio de ese país que decía algo así como que la palabra paz era popular solo donde había peligro de guerra.
Busco en los orígenes de nuestra tradición humana y veo que la Paz tiene mucha tradición.
Se puede hablar de muchos tipos de Paz.
Hay la paz que es solo ausencia de guerra, o bien el cese de la disputa bélica, querida o no, al acabar una guerra. Hay la paz de los vencedores y la de los vencidos. la de los primeros es una paz eufórica y orgullosa. la de los segundos, la paz del agotamiento, la paz de la herida cubierta con los harapos que restan de la bandera de su honor pisoteado. También hay la paz de los muertos de los que ya no podemos ver ni el reir ni el llorar por su vida o por su muerte.
hay la paz de los periodos sin guerra de un país. ¿Habrán países con largos periodos sin guerras? Externas o internas, las luchas están siempre al acecho, para explotar el propio descontento o para intereses de los que nunca llegarán a conocerse los motivos secretos del egoismo y el orgullo desmedido del hombre,, que pisotea la vida por intereses mezquinos a los que da títulos nobles para arrastrar el pueblo a la lucha.
Pero hay otro tipo de paz de la que se habla poco, y solamente a esta la llamaría yo PAZ. La paz de la vida de familia que se quiere, donde la Madre está presente en la vida de todos los miembros de la familia como la columna de luz o el punto de referencia de todo cuanto se hace. El estudio de los peques, el trabajo del padre o de los mayores. El solaz de las fiestas y vacaciones, el reir y compartir la vida sencilla de cada día con amor.
Es una paz humana y humanizadora. Una paz que nos envuelve como el aroma de las flores o la brisa de primavera. Que nos hace capaces de confiar y de crecer, de esforzarnos y de perdonar, de sentirnos amados y de amar.
Y la mas importante, la que pocos se atreven a buscar por considerarla un sueño casi imposible. La PAZ espiritual, la PAZ del corazón, la PAZ que nos viene de DIOS. La paz que diviniza al hombre creado a imagen y semejanza de su Creador. La paz del Hombre cristificado. La Paz divina que recibe aquel a quien le han sido desvelados los Misterios del Señor, el Dador de la Vida y vencedor de la muerte. DIOS AMOR. Pero en este tema ya continuaré otro día.
Que la Paz del Señor Jesús sea contigo tu que has venido hasta este blog, quiero compartir contigo mi alegría de que DIOS es AMOR. Ve y canta tu alegría, nuestra alegría. Ve y canta la salvación de Cristo, nuestra salvación.
Rcuerdo que hace años leí en un bello libro, aunque muy difícil de leer por su traducción bastante literal del chino, un proverbio de ese país que decía algo así como que la palabra paz era popular solo donde había peligro de guerra.
Busco en los orígenes de nuestra tradición humana y veo que la Paz tiene mucha tradición.
Se puede hablar de muchos tipos de Paz.
Hay la paz que es solo ausencia de guerra, o bien el cese de la disputa bélica, querida o no, al acabar una guerra. Hay la paz de los vencedores y la de los vencidos. la de los primeros es una paz eufórica y orgullosa. la de los segundos, la paz del agotamiento, la paz de la herida cubierta con los harapos que restan de la bandera de su honor pisoteado. También hay la paz de los muertos de los que ya no podemos ver ni el reir ni el llorar por su vida o por su muerte.
hay la paz de los periodos sin guerra de un país. ¿Habrán países con largos periodos sin guerras? Externas o internas, las luchas están siempre al acecho, para explotar el propio descontento o para intereses de los que nunca llegarán a conocerse los motivos secretos del egoismo y el orgullo desmedido del hombre,, que pisotea la vida por intereses mezquinos a los que da títulos nobles para arrastrar el pueblo a la lucha.
Pero hay otro tipo de paz de la que se habla poco, y solamente a esta la llamaría yo PAZ. La paz de la vida de familia que se quiere, donde la Madre está presente en la vida de todos los miembros de la familia como la columna de luz o el punto de referencia de todo cuanto se hace. El estudio de los peques, el trabajo del padre o de los mayores. El solaz de las fiestas y vacaciones, el reir y compartir la vida sencilla de cada día con amor.
Es una paz humana y humanizadora. Una paz que nos envuelve como el aroma de las flores o la brisa de primavera. Que nos hace capaces de confiar y de crecer, de esforzarnos y de perdonar, de sentirnos amados y de amar.
Y la mas importante, la que pocos se atreven a buscar por considerarla un sueño casi imposible. La PAZ espiritual, la PAZ del corazón, la PAZ que nos viene de DIOS. La paz que diviniza al hombre creado a imagen y semejanza de su Creador. La paz del Hombre cristificado. La Paz divina que recibe aquel a quien le han sido desvelados los Misterios del Señor, el Dador de la Vida y vencedor de la muerte. DIOS AMOR. Pero en este tema ya continuaré otro día.
Que la Paz del Señor Jesús sea contigo tu que has venido hasta este blog, quiero compartir contigo mi alegría de que DIOS es AMOR. Ve y canta tu alegría, nuestra alegría. Ve y canta la salvación de Cristo, nuestra salvación.
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